En este camino que es la escritura, al final, lo que andamos buscando todos los escritores, o eso deberíamos, es nuestra voz, única e intransferible, esa que permita que nuestros textos vayan firmados aunque nuestro nombre no aparezca cerca.
Buscad vuestra voz. Aunque os lleve la vida entera. El camino habrá merecido la pena.
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